domingo, 8 de enero de 2012

Los escuchas gritar
Los ves sudar
Cada día la escena es la misma, el ruido de las maquinas, el calor sofocante de la planta... mecánicos y soldadores entre la jungla de motores, rotores, grasas, calor, y descontentos. Puede ser que la vida sea sencilla pero nada más es mirarlos y preguntarme en que momento estos hombres decidieron pasar su vida con el cuerpo untado de aceite, manchado de grasa y oliendo a infierno - si es que como huelen, olerá el infierno-
Ver al viejo Simón perdido entre martillos y cobres, a toño con su miedo a perder el trabajo, así se va perdiendo la vida de hombres que sin darse cuenta su mundo no es más que retazo...
Y que decir de aquel pobre viejo que abre y cierra la puerta de entrada, el señor edgardo, ya hasta la audición ha perdido, como se ve perdida su mirada; mientras espera la hora para descansar en su casa con al incertidumbre si ese día habra quedada y su jornada aburrida y monótona se alargue unas cuantas horas más.

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